Lea la transcripción del video devocional de hoy.
Pasé la mayor parte de mi universidad y adolescencia preguntándome: « Dios, ¿qué debo hacer con mi vida? ¿Adónde quieres que vaya? ¿Qué trabajo quieres que tenga? ¿A qué universidad debería ir? ¿Con quién quieres que me case?» Luché constantemente con todas estas cosas. Siendo sincero, fue un poco estresante.
Si tuviera que categorizar lo que experimentan las personas cuando se hacen preguntas como esta, probablemente diría que buscan su llamado. Señor, ¿cuál es mi llamado en la vida? Es una buena pregunta para debatir, ya que cada uno de nosotros tiene un diseño único. Tenemos nuestros propios dones. Pensamos de cierta manera, hablamos de cierta manera, y todos estamos llamados a ser parte del cuerpo. No hay dos iguales al servir a Dios juntos.
Eso no nos ayuda cuando respondemos a la pregunta: « Dios, ¿qué debo hacer aquí y ahora?». ¿Y si la respuesta a la pregunta «Dios, qué debo hacer» es más fácil de encontrar de lo que creemos?
El llamado de Dios en el momento presente
En nuestro versículo de hoy, Romanos capítulo 15 versículo 2, el apóstol Pablo dice: Debemos ayudar a otros a hacer lo correcto y edificarlos en el Señor.
He visto a mucha gente buena, a mucha gente que ama a Jesús, vagar sin rumbo por la vida porque siempre se hacen esta pregunta: « Dios, ¿qué quieres que haga? ¿ Debería aceptar este trabajo o aquel? ¿Debería trabajar aquí o allá? ¿Debería estudiar en este o aquel estado?». Pensé lo mismo cuando luchaba en la preparatoria. Pensé que quería ser abogado, y luego estudié diseño gráfico. Después cambié mi especialidad a marketing empresarial, pero terminé trabajando en una iglesia, y nunca dejé el ministerio pastoral.
Fue algo que nunca planeé hacer, y quisiera poder decir que, durante todo ese proceso, hubo un momento en que Dios me habló desde el cielo y me dijo: « Chris, esto es lo que quiero que hagas». Pero, sinceramente, nunca tuve ese momento con Dios.
Mientras esperas la dirección
Quizás estés buscando. Quizás estés luchando con esas preguntas. Dios, ¿qué debo hacer? Quizás esperes una respuesta tan específica y única para ti. Ruego que Dios te la dé. Pero mientras esperas esa respuesta, quiero que revises nuestro Versículo del Día.
Dios, ¿qué debo hacer? Bueno, Dios nos llama a aprovechar el tiempo que tenemos. Nos llama a mirar a los demás, a buscar satisfacer las necesidades donde nos encontramos ahora mismo, a glorificar a Dios en cada momento y en cada oportunidad posible.
Espero que esto te sirva de alivio y ánimo. Al mirar hacia la próxima etapa de tu vida y esperar que el Espíritu te impulse a seguir un camino u otro, recuerda que ahora mismo Dios te ha rodeado de personas a quienes puedes amar y cuidar. Te está dando oportunidades para hablarles de Él. Te ha llamado a adorarlo, a buscarlo, a acercarte a su corazón.
Es como lo que dice Pablo en Colosenses: Todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesucristo, dando gracias al Padre por medio de él. Dondequiera que estéis en la vida, busquemos a otros para apoyarlos, para guiarlos hacia Jesús mientras lo glorificamos juntos.
