Lea la transcripción del video devocional de hoy.
Hace muchos años, formé parte de un cuarteto y viajamos y cantamos juntos. Me encanta la armonía, donde diferentes voces se fusionan. Es tan hermosa y asombrosa, y me encantaría pensar en esa armonía cuando veamos nuestro versículo del día de hoy, Romanos capítulo 14, versículo 19.
Esto es lo que dice: Así que, busquemos la armonía en la iglesia y tratemos de edificarnos mutuamente. Les animo, si tienen tiempo hoy, a leer todo el capítulo de Romanos 14 para entender el contexto. Es un pasaje muy poderoso, especialmente al buscar maneras de trabajar juntos y desarrollar esta armonía de la que habla.
Diferentes convicciones, misma fe
Lo que Pablo menciona en la primera parte de Romanos capítulo 14 es que algunas personas en la iglesia tenían problemas con comer carne, y otras no. Algunos en la iglesia tenían ciertos días que consideraban sagrados, y otros creían que había días que no lo eran. Básicamente, estaba diciendo: «Está bien si esta persona tiene conciencia al respecto y no está claramente escrito en las Escrituras, está bien permitirle hacerlo».
De hecho, si tienes conciencia de esto y realmente haces algo de lo que tienes conciencia, para ti es pecado. Sin embargo, puede que no lo sea para la otra persona que no tiene conciencia. ¿Por qué? Porque las Escrituras no necesariamente dicen claramente que sea pecado o que esté mal, pero es algo sobre lo que sientes que Dios te ha dado conciencia.
Me encanta lo que Pablo dice en el contexto de este pasaje. Tendremos diferentes cosas con las que quizás tengas dificultades y que yo no tengo, o con las que yo tengo dificultades y tú no. Está bien que haya ciertas cosas en las que no necesariamente esté de acuerdo contigo.
Elegir la armonía en lugar del conflicto
Pablo se centra en esto con este versículo: «Pero armonicemos juntos. Procuremos la armonía». Normalmente, cuando nos reunimos, nos centramos en las diferencias que tenemos. Bueno, deberías comer carne, o no deberías comer carne, o deberías considerar este día de cierta manera, o cierta festividad, o cierto día santo. Bueno, no deberías hacerlo. Es este conflicto sobre cosas que no están claramente explicadas en las Escrituras.
Lo que Pablo está diciendo es que, en lugar de reunirnos y centrarnos en lo que no estamos haciendo para fusionarnos, busquemos formas de unir nuestras voces.
Lo genial es que, volviendo al cuarteto, pasamos un verano entero juntos hace años. Estábamos en una furgoneta y viajamos juntos todo el verano. Te diré una cosa: nos hicimos amigos, y fue genial porque al final, nuestro líder quería hacer algo divertido. Hicimos una parodia donde desafinamos a propósito, solo por diversión.
¿Sabes qué? Pasamos tanto tiempo cantando juntos y tanto tiempo concentrándonos en integrarnos que no pudimos lograrlo. Se rió al final y dijo: « Han pasado tanto tiempo juntos y se han esforzado tanto en integrarse durante el verano que incluso cuando intentan desafinar, no lo consiguen. Seguían armonizando».
Música para los oídos del mundo
Imaginen si fuéramos nosotros como cristianos. Imaginen si al reunirnos, buscáramos ser fieles a las Escrituras, porque seguirlas es lo que nos dará una música hermosa espiritualmente. Pero en cuanto a lo que no está claramente explicado en las Escrituras, imaginen si, en lugar de centrarnos en la diferencia, nos enfocáramos en armonizar juntos y pasáramos tanto tiempo juntos obsesionados con desarrollar la armonía, que no pudiéramos evitar crear armonía y unidad.
Ahí es donde encontramos al final de este versículo: Traten de edificarse mutuamente. Buscamos animarnos mutuamente. Buscamos edificarnos mutuamente en lugar de criticarnos. Es entonces cuando realmente podemos unirnos y crear música increíble en armonía mientras seguimos a Jesús.
¿Sabes qué será eso? Será música para los oídos del mundo ver algo que anhela desesperadamente. Te animo a dejar algunas cosas de lado, a ver a qué te aferras que no es la Escritura y a buscar maneras de armonizar con tus hermanos y hermanas mientras navegan juntos por eso hoy.
