Lea la transcripción del video devocional de hoy.
¿Alguna vez has tenido esos momentos en los que te ha sucedido algo terrible, molesto o frustrante, y te enfrentas a la decisión de aferrarte a ello o dejarlo ir, y realmente quieres aferrarte a ello? He pasado por eso antes, y me imagino que tú también. La Escritura de hoy habla de eso.
Esto viene de Efesios capítulo 4, versículo 32. Dice: "Más bien, sean bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo".
La lucha por dejar ir
Hay días en los que realmente quieres aferrarte a algo, y sientes que, mientras pueda aguantarlo, sé que puedo con ello. Da miedo pensar que dejarlo ir es la mejor opción. No voy a fingir que conozco tu historia. Has pasado por mucho. Todos lo hemos pasado.
Hay tantos detalles que, si los dejamos pasar, sentimos que podríamos estar haciéndonos una injusticia. O si has visto a alguien agraviado, quizás sientas que dejar ir esas cosas es, en realidad, una injusticia para esa persona. Perdonar puede ser difícil. Pero quiero recordarte que Dios es digno de confianza. Las cosas a las que sientes que debes aferrarte y que te resultan pesadas, no lo son para Él.
El perdón como libertad
Al procesar esto, pensé en cómo el perdón es realmente una clave. Es la clave de la libertad. Si sientes que debes aferrarte a algo con tanta fuerza, y que debes ser tú quien le dé resolución, no podrás aferrarte a lo que Jesús tiene para ti como reemplazo.
Cuando piensas en Jesús y repasas toda su vida en las Escrituras, ves que hubo gente que lo ridiculizó, lo golpeó y habló mal de él como hombre e incluso como el Hijo de Dios. Soportó tanto sufrimiento, y estamos muy agradecidos por ello. Pero imaginen conmigo por un momento si Jesús, a través de su vida perfecta, hubiera llegado hasta la cruz y luego hubiera decidido guardar rencor.
Bueno, eso me toca muy de cerca. Porque si Jesús no hubiera perdonado a quienes le hicieron daño, no tendríamos un ejemplo de perdón, y nuestra historia sería muy diferente.
Jesús nos muestra el camino
El perdón es la esencia de Jesús. Cuando, en la cruz con los brazos extendidos, le dijo a su Padre: «Perdónalos. No saben lo que hacen», nos muestra lo que podemos lograr.
De nuevo, no sé por lo que estés pasando ahora mismo, pero quiero animarte a que Jesús puede con todo. Si abres las manos y simplemente dices: «Señor, no sé cómo hacer esto, pero ayúdame a perdonar», Él aparecerá. Puede que no sea como lo esperas, pero cuando la Palabra dice que Él nos da una paz que va más allá de nuestro entendimiento, te prometo, según la Palabra de Dios, que es verdadera, que Él nunca te decepcionará.
Si estás luchando con el perdón, pídele ayuda y te prometo que Él estará allí para ayudarte.
