Lea la transcripción del video devocional de hoy.
¿Has visto esos momentos típicos en los que alguien dice algo y la multitud dice: " ¡Oh, mic drop!"? Bueno, nuestro Versículo del Día comienza así porque dice: "Destruimos argumentos". Imagínate: " ¡Oh, mic drop!". Sí, destruimos argumentos. Bueno, el contexto de este versículo es mucho más amplio.
Veamos el Versículo del Día en 2 Corintios capítulo 10, versículo 5. Dice: "Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".
El contexto: la guerra espiritual
El contexto de este versículo es muy importante porque los versículos que lo preceden dicen: «Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino que tienen poder divino para destruir fortalezas». ¡Qué contexto tan impactante para este versículo!
La fortaleza de la que habla obviamente no es una ciudad fortificada de antaño, pero es un concepto similar. Se trata de las fortalezas que podemos establecer en nuestra mente, en nuestro comportamiento y en nuestra forma de vida. Se trata de comprender que no libramos una guerra física. Efesios capítulo 6 también recalca que nuestra guerra es una batalla espiritual, y se trata de las fortalezas que enfrentamos, que de alguna manera podemos permitir que nuestro pecado o comportamiento se conviertan en una fortaleza en nuestra vida.
¿Es este pensamiento obediente a Cristo?
De lo que se trata es de captar nuestros pensamientos y comprender el impacto que tienen en nuestro comportamiento y en nuestra vida. He hablado con muchas personas que luchan con la ansiedad, la depresión o los pensamientos suicidas, y es una lucha muy real. Si estás lidiando con esas dificultades, lo siento mucho. Es un verdadero desafío y una verdadera lucha.
Este versículo, sin embargo, es uno de los que menciono para animar a las personas y ayudarlas a superar algunas de esas fortalezas en sus vidas. Porque si llegamos al punto de realmente seguir este versículo y decir: "Lleven cautivo todo pensamiento y asegúrense de que sea obediente a Cristo", pensamos en los pensamientos que pueden empezar a consumirnos: depresión, pensamientos suicidas o ansiedad de: " No soy suficiente, no puedo con esto. Es demasiado. ¿Seré lo suficientemente bueno? ¿Qué piensan los demás de mí?".
Comenzamos a acumular estos pensamientos y es importante que comencemos a practicar tomar esos pensamientos cautivos y decir: ¿Es este pensamiento obediente a Cristo?
Un ejemplo práctico
Un pensamiento a modo de ilustración es: ¿Qué piensa esta persona de mí? ¿Qué está pasando? ¿Difunde cosas malas sobre mí? Puedo tomar ese pensamiento cautivo y decir: «Bien, aunque alguien intente hacerme daño, a lo largo de toda la Escritura, Dios me respalda». ¿Confío en Él en esto? ¿Puedo tomar ese pensamiento cautivo y decir: «Aunque la gente piense mal de mí, necesito vivir una vida obediente a Cristo»? ¿Me siento cómodo viviendo para la audiencia de una sola persona?
Ahora tomo cautivo ese pensamiento, y hacerlo obediente a Cristo es: ¿Qué piensa Jesús de mí? Si vivo mi vida honrando a Jesús, ¿adivinen qué puedo hacer con ese pensamiento? ¿ Saben qué? Si alguien piensa mal de mí, vivo mi vida para Cristo. Me importa lo que Él piense de mí, y sé que me ama.
Capturando pensamientos como semillas
Te animo a que, al dejar que nuestros sentimientos impulsen nuestros pensamientos, estos impulsan nuestras creencias y, a su vez, nuestras acciones, podamos dejar que nuestros pensamientos se transformen en semillas. Lo importante es capturarlos como semillas, tal como se plantan en tu mente, y capturarlos antes de que echen raíces.
Si usted es capaz de expulsar la semilla y permitir que la Palabra de Dios, permitir que Dios, permitir que Jesús, permitir que el Espíritu Santo, permitir que personas piadosas planten semillas de Él, Su Palabra, Su verdad, Su amor en su mente, veamos lo que Dios puede hacer a medida que comienza a echar raíces para desarrollar una fortaleza de Su amor, gracia y poder en su vida.
