El desamor puede ocurrir de muchas maneras, traición, engaño, rechazo, ataque o pérdida de alguien que amas. En estos momentos, la Palabra de Dios nos recuerda que el Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los que están aplastados en espíritu (Salmo 34:18). Aquí hay algunas oraciones para ayudarte a apoyarte en el Señor y confiar en Él en tu viaje de sanación.
1. No, el Señor se deleita en los que le temen, en los que ponen su esperanza en su amor inagotable. – Salmo 147:11 NTV
Señor, Tú eres Emanuel, Dios conmigo. Gracias por estar conmigo mientras lamento esta pérdida. Tú eres el Dios de todo consuelo. Señor, necesito Tu consuelo en este mismo momento. Mi corazón está roto, pero me recuerdas que Tú estás cerca. Confío en que Tú me rescatarás de esta nube oscura de desesperación porque Tu Palabra declara que Tú te deleitas en mí. Amén.
2. Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas. – Salmo 147:3 NTV
Jesús, por favor sana mi corazón quebrantado. Por favor, lléname de la paz que va más allá de la comprensión, del gozo que solo puede venir de Ti. Camina cerca conmigo en mi viaje hacia la sanación y la recuperación. Creo que mi sanación es posible solo a través de Tu poder. Amén.
3. Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.– Juan 14:27 NTV
Padre Celestial, estoy clamando a Ti. Por favor, cúrame del dolor del pasado que consume mis pensamientos. Padre, duele mucho. Seca mis lágrimas y restaura mi corazón. Lléname de Tu gozo en medio de esta tristeza abrumadora. Que yo pueda experimentar Tu paz que solo Tú puedes dar. En el nombre de Jesús, amén.
4. El Señor oye a los suyos cuando claman a Él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades. 18 Él Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; El rescata a los de espíritu destrozado. – Salmo 34:17-18 NTV
Señor, te traigo mi corazón pesado con todas sus cargas y preocupaciones. Conoces mi situación. Sabes que no puedo hacerlo sin ti. Consuela mi corazón, dame fuerza y ayúdame a enfrentar este día. Amén.
5. ¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! 3 Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. – Salmo 121:2-3 NTV
Dios, estoy tan destrozado. Siento que estoy muy agradecido por el recordatorio de que Tú eres mi fuerza y mi escudo en todo este dolor. Gracias porque ya conoces el resultado de esta miseria a la que me enfrento. Concédeme Tu paz durante esta tormenta. Me prometes que mis pies no resbalarán. ¡Por favor, ayúdame! Fortaléceme para hoy. Amén.
6. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo. – Efesios 4:32 (NTV)
Dios, Tú nos pides que perdonemos como Tú perdonas. Es muy difícil hacer esto, encontrar compasión y amor cuando mi corazón está sufriendo. Por favor, ayúdame a rendir mis deseos. Ayúdame a verlos a través de Tus ojos. Dame Tu amor por ellos. Dame poder, por Tu misericordia y gracia, para dejar ir el dolor. Ayúdame a caminar en Tu paz y alegría, sabiendo que los guiarás en su camino de sanación, como lo harás por mí. Amén.
7. El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y para proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad. – Isaías 61:1 NTV
Padre Celestial, Tú no eres un Dios que castiga u orquesta el dolor. Eres más que capaz de liberar. Por favor, libérame de la oscuridad de este corazón roto. Te pido que intervengas ya que me siento impotente. Gracias por recordarnos por qué viniste a nosotros para vendar a los quebrantados de corazón y liberar al cautivo. Gracias porque el dolor es tan temporal como una estación. Tú lo harás para mi bien y Tu gloria. Amén.
8. Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte. – Salmo 51:12 NTV
Señor, he estado luchando para perdonar y dejar ir esto, pero sé que Tú puedes ayudarme. Dame la voluntad de perdonar de la manera en que Tú perdonas. Cambia mi corazón, Señor, y ayúdame a preocuparme más por obedecerte que por aferrarme a cualquier cosa que me hagan. Amén.
